Termina una semana en la que el dólar blue superó por primera vez los $ 1.000 y la inflación reportada por el Indec volvió a ser catalogada como histórica. Hace 30 años que no se registraba un promedio de alza de precios mensual del 12,7% a nivel nacional. Y si bien la cotización informal de la divisa estadounidense cayó ayer por primera vez en 16 jornadas (bajó $30 para cerrar en $980), la incertidumbre sigue marcando el pulso de la economía.

Nery Persichini, economista de GMA Capital y máster en Finanzas, dice que el blue a $ 1.000 tomó al mercado por sorpresa y que espera que la volatilidad cambiaria continúe. Estas son algunas respuestas que pueden ayudar a entender lo que pasó y lo que puede llegar a suceder antes y después de las elecciones presidenciales del 22 de octubre.

- Durante la primera quincena de octubre, el blue acumula un alza de $ 180 (22,5%). El gobierno acusa a Milei y este dice que lo quieren proscribir. ¿Las razones son políticas o económicas? ¿O las dos? ¿Cuáles son?

-En las últimas ruedas el repudio por los pesos se disparó en todos los mercados (cambiario, de bonos y en Fondos Comunes de Inversión). No hay una sola causa explicativa, sino varias que configuraron la tormenta perfecta. Por un lado, tenemos que la transición hacia diciembre, por la incertidumbre habitual, suele ser una ventana propicia para amplificar las corridas. Por otra parte, la macroeconomía estaba muy deteriorada y vulnerable mucho antes de la irrupción del discurso de la dolarización. Algunas postales de un páramo desolador incluyen un déficit fiscal crónico y rollover de deuda financiados con emisión monetaria (24% del PIB encuatro años), reservas netas negativas en U$S 6.000 millones con un cepo draconiano, una inflación de 180% hacia fin de año, una brecha promedio de 83% desde 2019, salarios promedio de U$S 400 y una pobreza superior al 40%. El “Plan Platita” 2.0 que Massa lanzó desde agosto tuvo un costo fiscal de 1,5% del PIB que complejizó el panorama. La violación al Teorema de Baglini de Milei, es decir su no moderación cuando está más cerca del poder, fue el último ingrediente de un cóctel explosivo.

-¿Era esperable que el blue superara la barrera de los $ 1.000 antes de las elecciones generales?

- Con la inflación que padece Argentina, la cota de $ 1.000 no era lejana, pero que la divisa haya marcado ese récord en la previa electoral tomó al mercado por sorpresa. De cualquier forma, se trata de un nivel más relacionado con el pánico que con la racionalidad y los fundamentos.

Considerando la inflación de nuestro país y la de Estados Unidos., $ 1.000 es el umbral en términos reales más alto desde la hiperinflación de 1990. Otro récord para subrayar se ve en la brecha, porque el dólar escaló 60% desde el 11 de agosto y triplicó el avance del precio mayorista. Así, el spread contra el dólar oficial impacta. Es superior a 170%, y ya no solamente supera cualquier otro hito de este siglo XXI, sino que es el más alto desde 1982.

- ¿Qué se puede esperar respecto al blue y los financieros de acá hasta el 22 de octubre? ¿Y después de las elecciones?

- Se espera que la volatilidad cambiaria continúe. La posibilidad de que haya balotaje extendería todavía más la incertidumbre en tanto no aparezcan señales de una transición ordenada.

Hoy las herramientas del Gobierno para estabilizar lucen agotadas. Es que, entre las PASO y diciembre, las leyes de gravedad parecen haber cambiado. La transición se rige por otra lógica, basada más que nunca en las expectativas, algo que inhibe repetir eficazmente el modus operandi aplicado en la salida de otras crisis. Aunque regresamos a un escenario de tercios como el que las encuestas pronosticaban en marzo, el balance de poder fue alterado y ya no está en la Casa Rosada. Ahora el foco está posado sobre los planes y el wording (lo que se dice) de los presidenciables alejados del oficialismo.


- ¿Cómo quedan los salarios reales de trabajadores registrados medidos en dólares en este contexto? ¿Es el peor momento de los últimos 20 años, como señalan algunos estudios?

- Estimamos que el Ripte actualmente es U$S 380 medido con el tipo de cambio “contado con liqui”. Comparando en dólares constantes (depurando la inflación norteamericana), es el valor más bajo desde 2002. Al precio oficial, el salario bruto ronda U$S 1.080, un nivel similar al de 2010. Como una gran parte de la canasta de consumo se rige por el precio mayorista de la divisa, hay que ser cuidadosos con mirar únicamente el salario en dólares implícito en la brecha.

- Se dice que septiembre fue un mes malo para las inversiones y que, el plazo fijo, la opción más conservadora, fue la mejor opción. ¿Qué se puede esperar en el corto y mediano plazo?

- Septiembre fue tan malo para las inversiones que una buena síntesis de este cuadro fue que los plazos fijos resultaron ser el mejor activo del mes. Cabe señalar que esto no se dio precisamente por un mayor endurecimiento monetario. Recordemos que, pese al terrible dato de inflación de agosto de 12,4%, el Banco Central decidió dejar inalterada la tasa de interés.

No obstante, el premio a los plazos fijos (9,0% directo) superó a la evolución del CER de ese mes (8,8%). Esto se debe a que el índice capturó durante la primera mitad del mes la inflación de julio (6,3%) y solo el complemento siguió la marcha de precios de agosto (12,4%). Teniendo presente que las estimaciones de inflación de septiembre rondan el 12%, si el BCRA no elevara las tasas, en octubre los depósitos a plazo no tendrían chance alguna de ganarle al CER.

En este contexto, no fue el atractivo de los plazos fijos per se lo que convirtió a esta en la inversión estrella de septiembre, sino la pésima performance de sus comparables. El ruido en torno a propuestas como la dolarización motivó a un aumento del riesgo de crédito percibido en los instrumentos de deuda en pesos. Así, las curvas de deuda en moneda local experimentaron su peor mes en más de un año, tras registrar recortes nominales en moneda local, pese a la creciente inflación.